KAN KAN, EL SUSURRO DE LA PALMA

“Kan Kan, el susurro de la palma”, es una propuesta de exploración sensorial que integra las obras gráficas de la artista visual Ximena Bórquez, quien lidera este proyecto que se complementa con el trabajo sonoro del músico Fernando Godoy y el registro audiovisual de la documentalista Emilia Simonetti.

A un mes del término de la muestra en el Centro de Extensión de Valparaíso (Centex), Ximena Bórquez realizará una serie de eventos como visitas guiadas y mediaciones artísticas, abiertas a todo público y sin inscripción previa, que se llevarán a cabo el sábado 11, el martes 14 y el fin de semana del 24 y 25 mayo.

La actividad del martes 14 de mayo será aún más especial porque incluirá la visita a las palmas chilenas que se ubican en la plaza de Avenida Brasil, para que los asistentes puedan participar de una experiencia sensorial que luego complementarán en la exposición en el Centex.

La exposición, que se inauguró el pasado 7 de marzo, es el resultado de un trabajo en terreno de 8 meses, con estudio y levantamiento de información en el Palmar de Ocoa, del Parque Nacional La Campana, elegido por ser el que alberga la mayor población de palma chilena del país, el Palmar de Cabritería, ubicado en la quebrada del cerro Barón y Rodelillo en Valparaíso y el Palmar El Salto de Viña del Mar, recientemente siniestrado en un alto porcentaje de su territorio por los devastadores incendios.

“Los trabajos que he hecho están sumamente relacionados con lo que está perdido, por el momento. Es un testimonial de vivencias; de encuentros con seres, como la lagartija esbelta que es una especie típica que vive en las palmas, de la energía cromática que entrega, de cómo respetar su hábitat que no volverá a ser igual”, cuenta Ximena Bórquez.

“Kan Kan, el susurro de la palma”, es una muestra que se compone por piezas gráficas que profundizan en la experiencia táctil, de grandes y medianas dimensiones, en cuyo proceso fueron cambiando sus materiales de elaboración, como el grosor del papel y la utilización de pastel graso que luego se reemplazó por carbones vegetales y minerales para dibujar su corteza y texturas. A esto se suma: un corto documental, una cápsula sonora, dibujos a partir de lenguaje vectorial, obras volumétricas y otras con intervención tecnológica sensorial, junto a una página web que reunirá todo este trabajo.

“Los estímulos sensoriales que recibe el cuerpo, como los sonidos, las temperaturas y los olores, son posibles de graficar. En esta exploración, se profundizó la experiencia táctil que derivó en un afecto y se generó una reciprocidad, permitiendo una comunicación más performática, más del cuerpo”, comenta la artista.

Los registros sonoros de la palma chilena se realizaron con diversas estrategias de grabación y distintos micrófonos. De esta manera, se logró captar el sonidos de sus hojas en la parte alta de manera más nítida, como también el sonido de la propia vibración de las hojas producto del viento mediante micrófonos de contacto.

Estos archivos sonoros fueron utilizados por Ximena para exploraciones sinestésicas, en donde tradujo los sonidos a dibujos y luego a patrones gráficos con los que construyó su propuesta multimedial de diversos formatos.

“Transmitir la palma con sus misterios y con su antigüedad, fue entrar en una frecuencia lenta, de coincidir con el lugar, bajar los decibeles, calmar la mente, silenciarse, situándose en un estado de atención. Es notar que pertenecemos a un todo y que la mente muchas veces nos impide percibirlo. Hay una conexión con el mundo espiritual, con eso antiguo que es parte de una”, destaca Bórquez.

Por su parte, la documentalista Emilia Simonetti realizó un testimonio audiovisual de todo el trabajo. Captó las sesiones de registro sonoro de Fernando, las exploraciones sensoriales de Ximena y toda la grandeza del entorno natural de los palmares.

La muestra también cuenta con su propia composición sonora, basada en las grabaciones de campo, creada por Fernando Godoy y que el público podrá escuchar en la sala de exposición, generando un diálogo con la obra gráfica y acompañando la obra audiovisual.

La exposición se titula “Kan Kan, el susurro de la palma”, por el nombre dado a la palma en quechua, que significa sonido del agua, ya que sus hojas al golpearse entre sí asemejan el ruido de una vertiente. “Este proyecto nació a partir de un primer encuentro con la palma, en donde escuché agua. Quise saber de dónde provenía el sonido y me di cuenta que era el viento moviendo las hojas de la palma. Desde allí, tuve el deseo de querer traducir gráficamente ese sonido, lo que llevó a todas las exploraciones que hemos realizado en este tiempo”, concluye la artista.


Sobre la artista: Ximena Bórquez es Licenciada en Artes con mención en Grabado por la Universidad de Chile y diplomada en Sicología Jungiana por la PUC. Asistente de educación continua en la Escuela de Maestrías de la UNAM, México y la Sorbonne, París, Francia. Ha complementado su formación artística con residencias, seminarios y talleres en Chile, Perú, México y Francia. Es artista visual que se enmarca dentro de la gráfica expandida, desplazando el grabado hacia el volumen y el uso de tecnología. Desarrolla el trabajo en la naturaleza, se trasladó a sitios arqueológicos en la zona norte de Chile y sur de Perú para trabajar varios años sobre la temática de la geografía física y energética del desierto a través de exploraciones sensoriales que traspasan al lenguaje gráfico. Desde el 2023, ha ampliado esta exploración a una experiencia sinestésica a palmares de la Región de Valparaíso.